Esta semana navegando por la carretera de la información, me encontré con una noticia recurrente, una nueva cancelación surgía de entre las sombras, quieren cancelar Blancanieves.
Uno de los estragos mas visibles que dejó la pandemia fue el cierre de más del 50% de establecimientos, y las grandes compañías no han sido la excepción. Tras un año sin actividades, Disneylandia vuelve a abrir sus puertas; después de una proyección del clásico animado en cuestión, los visitantes aportaron una observación que no se había hecho antes: Lo que pareciera una clásica escena romántica del príncipe despertando a la princesa mediante el beso del verdadero amor, para romper la maldición no fue consensuado.
¡Esto no es nada nuevo! Cada semana o cada mes si es que el internet no está muy bravo aparece un nuevo cancelado, puede ser una caricatura, un actor o un comediante a quienes se les borra del ojo público. Con esto no quiero decir que esté mal señalar y hacer responsables de sus actos a los que están haciendo pura marranada y sí se merecen permanecer silenciados o incluso tras las rejas, pero pienso que hay cosas que se nos están saliendo de control.
Esta habilidad maravillosa que nos da internet de ser juez, jurado y verdugo es la representación del ejercicio del poder, pero ¿Qué estamos haciendo con ese poder? El hecho de eliminar todas las representaciones del siglo pasado con las que evidentemente ya no concordamos ¿A qué nos ayuda como sociedad? Es decir, si negamos el pasado o eliminamos todo lo que no queremos escuchar o ver ¿Tendremos una sociedad más consciente?
Alguna vez has analizado ¿Qué pasa después de la cancelación? Pongamos el panorama ideal en donde todo lo "incorrecto" se ha suprimido, ya no tenemos nada más que elegir ¿No te parece que nos quitaría la capacidad de discernimiento moral? Esto nos orillaría a deshacernos de nuestra obligación de analizar por cuenta propia lo que está bien o lo que está mal.
Actualmente los medios de comunicación (redes sociales) han sobrepasado el peso que deberían tener en nuestra educación y de futuras generaciones, por qué ¡Claro! es más fácil que internet crie a tus hijos.
Dudo que la respuesta a los problemas sociales sea cancelar cosas pasadas, nos dará una satisfacción momentánea y la falsa ilusión de que todo va a estar bien, pero has volteado a ver que cada día surgen más y más contenidos qué cancelar, parece un cuento de nunca acabar.
Una caricatura de hace más de 50 años no nos va a enseñar sobre comportamiento humano, desde antes de Blancanieves ya existían el acoso y las violaciones, entonces, lo realmente importante se encuentra en hacer uso de la masa gris que tenemos sobre los hombros y que no solo se quede en desaparecer cosas, sino en fomentar el pensamiento crítico en torno a los temas incomodos, crudos e inmorales que siguen vigentes.
El flujo constante de información digital, nos hace creer que somos libres de elegir nuestra postura ante los acontecimientos de la vida diaria, sin embargo, el algoritmo sólo nos arroja resultados complacientes con nuestra debilidad mental y nos hace prisioneros de nuestros propios prejuicios.
Quizá las mal llamadas "generaciones de cristal" no estén tan equivocadas en querer plantear nuevas posturas, pero a los "viejos" nos aterran los nuevos pensamientos, porque el hecho de ser mayores nos hace pensar que tenemos razón, y no nos detenemos a cuestionarnos sobre nuestros comportamientos aprendidos, solo nos conformamos con ser borregos y estar de acuerdo con algo que ya pensó alguien más.
El choque de ideas es necesario y más en estos tiempos en donde Nike quiere uniformar a la humanidad, porque el día en que todos pensemos igual, ese día nuestra humanidad habrá desaparecido y tendremos caricaturas o películas de bultos grises con ruido blanco de fondo.